La Revolución del Sur

EL SUR, LA REVOLUCIÓN PENDIENTE SIGLOXXI

Posiblemente la última revolución social, después de la femenina, será la revolución del sur. Y será imparable, espontánea y anárquica desde allí o consensuada y organizada desde aquí, pero debemos impedir el caos interviniendo, para evitar el fracaso del progreso social.

Las condiciones climatológicas modificaron la evolución de las especies a favor, en los climas mas benignos y es paradójico que nuestra sociedad tecnificada sea mas rica en los países fríos del hemisferio norte como Canadá, Japón y Norte de Europa. (excepción dictaduras socialista).

Ha sido extraordinaria y poco explicada la evolución de Finlandia e Islandia, que en un solo decenio, han activado su economía por encima incluso de los países habitualmente adelantados, superando el eje París Bonn, Países Escandinavos y Países Bajos...

La próxima gran revolución de Europa se basará necesariamente en la ecología. La podremos exportar a todo el mediterráneo y posteriormente a la franja ecuatorial entre los trópicos. Incluyendo también los países islámicos y quizás India y China.

Soportamos la energía solar pasivamente, casi con desprecio. Pero somos la envidia del norte por la ventaja en exposición solar. En los países del sur explotamos el turismo y la agricultura intensivamente degradando el hábitat y esto es insostenible.

No podemos seguir exportando toneladas de agua en forma de agricultura, ni hacinando millones de turistas en apartamentos de cemento año tras año. El deterioro ecológico de esta forma de actuar tan grosera, matará por éxito la gallina de los huevos de oro. Terrenos desecados y salinizados, acuíferos contaminados y playas repletas de humanos que se bañan en sus propios excrementos.

No podemos cavar más hoyos en nuestro jardín. Los pozos para extraer el agua que vendemos y las fosas para esconder los detritus que importamos, se comunican y confunden. Ser tan ingenuos (estúpidos) nos lleva al agotamiento de nuestros recursos y al desastre ecológico.

La solución milagrosa es tan evidente, como que sale el Sol todos los días. Las olas del mar no paran nunca empujadas por el viento que mueve el Sol. La energía inagotable del Sol nos provee gratuitamente.

Los seres que saben aprovechar la ventaja sobreviven. ¿Sobreviviremos nosotros?.

¿Son los países menos favorecidos por el Sol más inteligentes?. Su envidiable calidad de vida, la consiguen por su ingenio y eficacia o dicho de otro modo por su investigación y desarrollo. Son los países ricos.

Nosotros más favorecidos por el Sol esperamos todos los días este regalo y nos afanamos en explotar los filones rápidamente. Cazadores casi furtivos. Paradójicamente somos los países pobres.

Esta ventaja nos ha permitido esperar que inventaran los otros y dedicarnos a buscar agresivamente nuevos recursos, allá donde se encontraran (piratas al acecho) y esquilmarlos hasta su agotamiento. Siempre ha sido así, con los recursos humanos, trabajo forzado (esclavismo y colonizaciones) y con las extracciones intensivas de los recursos naturales (extinción de especies, acuíferos y minas). Y seguimos así agotando el suelo, salinizando el agua y contaminando nuestro ambiente.

Todo lo que hemos hecho en este sentido ha acabado mal, enriqueciendo a unos pocos e hipotecando a los demás. Véase, los países naturalmente ricos en recursos, son ahora los más parias del mundo.

Las guerras “inteligentes” actuales, causan los mismos estragos y enriquecen a los mismos.
Los países ricos en petróleo parecían la excepción. ¡Eran ricos!, ¿pero hasta cuando?. Hasta que la “avaricia” ha visto que se agotaban las reservas. Sería un buen observador quien dijo que la avaricia rompe el saco? o simplemente era observador?.

Por el contrario la supuesta generosidad de la reparación de los daños colaterales da pingües beneficios. Véase la evolución económica Americana en las pos guerras mundiales (europeas). Los más beneficiados económicamente han sido los financiadores de la reconstrucción.

Por tanto es mas inteligente invertir en reparación y no es necesario destruir mas. Hemos destruido tanto, que hay mucho que reconstruir.

Hemos destruido tanto y tan variado que reconstruir y reparar es el objetivo final y es el recurso inagotable. La reparación de nuestro medio. Así de simple, hacer negocio limpiando el jardín.

La globalización permite cobrar los beneficios de cualquier lugar, por tanto podemos invertir sin riesgo, en “calidad de vida”. Tenemos un mercado tan grande que es el mayor negocio del mundo. Asegurar la calidad de vida.

Dicho así como negocio, hace levantar las orejas a los contables, pero no podemos esperar a que cuadren sus números. Los que inician las guerras no esperan el detalle de las cuentas, porque les mueve algo mas, el botín y los insumos colaterales para el vencedor.

Hablando de guerras. La carrera espacial fruto de la guerra fría, todavía está dando beneficios. Todos los avances científico y tecnológico modernos se lo debemos a una batalla por llegar los primeros a la Luna. Desde las computadoras hasta los pañales de celulosa.

¿Era económicamente rentable la carrera espacial? Ahora se ve que sí, por los nuevos materiales desarrollados y los conocimientos adquiridos en su investigación. Pero entonces no se limitaron los presupuestos, (palabras del presidente Kennedy a los ejecutivos de la NASA) “pedir lo que necesitéis y se os dará”. Prefiero poner un ejemplo de “guerra incruenta” para ser positivo y no amargarnos con catástrofes, ni tragedias.

Aparentemente es más fácil destruir que construir, pero no es cierto. La destrucción es rápida y se ve el resultado en su agotamiento. La construcción es lenta y evolutiva, por este motivo es discutible según como se mire. La naturaleza también tiene mecanismos destructores (cataclismos, cáncer...). En la sociedad moderna no son naturales. La violencia, la crueldad, la avaricia y la corrupción son actitudes nuestras que nos llevan a la endogamia.

La naturaleza puede parecernos sabia si sólo contemplamos los éxitos de vida, pero la evolución natural es salvaje y se desarrolla a costa de los organismos muertos. Compitiendo entre nosotros a muerte hemos evolucionado sobre los vencidos. Si vamos contra la naturaleza formaremos parte de los organismos muertos.

Seamos optimistas. La construcción es inexorable. No existiríamos si la construcción no superara la destrucción. Como argumento irrefutable, la vida aprovecha cualquier ventaja para generar nuevas estructuras en su beneficio. ¿Quien paga el coste de la vida natural?. - El Sol -. Vamos a ser amigos. Amigos inteligentes y comedidos, pues los excesos en cualquier sentido se pagan.

Podía parecer una ingenuidad pretender limpiar el aire de Londres o pescar en el Támesis o eliminar la contaminación de Los Ángeles. ¿Quién se acuerda ya?. Las novelas de intriga entre el humo irrespirable pertenecen al pasado. Los automóviles han reducido el 90% de su contaminación, y las chimeneas de la City solo son decorativas. La investigación en automoción por conseguir mejores prestaciones y, en vivienda por tener mas confort, nos ha dado otro valor añadido. Mejor calidad de vida y trabajo con valor añadido.

Son mas todavía los ejemplos negativos. Ciudades mal desarrolladas donde siempre impera la contaminación y la avaricia, y la violencia y la corrupción. No las cito por no ofender nuestra sensibilidad y son tantas que nadie puede olvidarlas.

Hay muchos más ejemplos positivos... La industria de la alimentación, mejorando su rendimiento en mas mercados y mas alejados, ha desarrollado la “logística” en beneficio de todos. Y mas importante para nuestra salud, es el avance en la investigación biológica, realizado por la industria farmacéutica.

Acaso la industria necesita mas hambre?, acaso los laboratorios necesitan más enfermos?. No. Lo que necesitan es que no se mueran, que vivan sanos o no, pero que vivan. Mientras estas vivo no paras de consumir. Mercado potencial era todo mercado virgen, pero ahora mercado es el del empleo. Trabajas luego pagas.

En los siglos pasados los industriales (y hasta hace poco Japón) proveían a la mano de obra, justo lo necesario junto a la fábrica, como se mantiene una máquina. No se consideraban a los empleados como consumidores. Los mercados, los clientes eran otros. La energía y la materia prima eran tan explotables sin fin, como el factor humano. Mencionar “calidad de trabajo” o “ecología” a un industrial o a un banquero era hablar de utopías y de costos adicionales con merma de beneficios. Gastos y mas gastos sin beneficio. Lamentablemente todavía existe el trabajo forzado de los mas débiles, apenas pagados con la subsistencia.

Las rutas transcontinentales ya eran globalización feroz y florecían las ciudades portuarias. Es repugnante recordar con romanticismo estas rutas. Los barcos catalanes avituallaban el norte de África y Las Islas Canarias antes de atravesar el Atlántico con las mercancías para Las Américas. Pero olvidamos que recalaban en la Costa de Marfil para introducir en sus bodegas a seres humanos negros (pues ya estaba abolida la esclavitud) que habían cazado las tribus del Sahara. Seguían al sur de Argentina para abastecerse de “tasajo” (carne seca de vaca) que alimentaría a los supervivientes del indigno viaje y posteriormente recolectores forzados de caña de azúcar en el Caribe y de algodón y tabaco en América del Norte.

La carga en la ruta de vuelta a Europa la completaban con el salazón del norte (bacalao) o con harinas de pescado (anchoa) y nitratos (guano de las aves). El bacalao alimento para los trabajadores europeos. Las harinas de pescado como piensos para animales y los nitratos naturales fertilizantes. Repugnante es admirar a los “indianos” que hicieron fortuna y a las ciudades que prosperaron de esta guisa.

Todos hemos perdido mucho por enriquecimiento de unos pocos y no me remonto a los indios autóctonos de toda América diezmados en las conquistas, ni me refiero a las victimas humanas directas. Ya no existen los grandes bancos de anchoa ni el guano sobre las rocas y el bacalao es un manjar preciado por limitado. Repasemos la evolución del litoral de estas rutas de globalización feroz.

El norte de África sigue mirando hacia Europa esperando pasivamente hacer negocios. África central ha quedado sumida en luchas tribales, hundida en la miseria. El cono sur americano otrora orgullosos de sus exportaciones, vaciaron sus bancos mandando los beneficios a paraísos fiscales. La economía del monocultivo intensivo en el Caribe y latifundios del norte están en quiebra subvencionada. Es sólo una pincelada del desastre producto de la avaricia, un estudio más riguroso sería mas escandaloso. Apenas hubo un respiro para estas costas exportando a Europa mientras esta se calcinaba.

Por si esto nos parece antiguo y superado, valgan unas perlas actuales que nos afectan directamente ahora, por su gravedad no es un anécdota. La proteína animal (ganadería, aves, piscifactorías) de nuestra mesa no ha sido producida con piensos higiénicos y ahora estamos descubriendo en nosotros enfermedades de los animales que alimentamos contra natura. La agricultura intensiva está agotando la tierra con toda clase de insecticidas, abonos y aguas contaminadas. Aunque no aceptemos esta responsabilidad, la realidad es que todo pasa a nuestro organismo y al de nuestros hijos.

Con la globalización, el mercado somos todos. Nuestra salud depende directamente de la salud de nuestro entorno, Aspiramos a ser clientes además de empleados y viceversa. Estamos a un paso de la entropía si no incluimos las energía sostenibles para alimentar el sistema.

La ecología no son sólo las selvas y los indios, la capa de ozono y el deshielo de los polos.
En un intento de convencer a los economistas se introdujo el concepto “ecología” como publicidad amiga y el reciclaje como entretenimiento romántico. Parece que las reglas de juego puedan ser diferentes para ecologistas y economistas. Pero no es así, la contaminación del aire, del agua y alimentos y el medio ambiente en general nos afecta a todos y a cada uno. No hay escapatoria individual.

No es cierto que hayan distintas reglas para ecologistas o consumidores, somos los mismos en la oficina y en la playa, aunque con distinta ropa. Tenemos las mismas necesidades pero cambiamos el orden de prioridades según estemos trabajando o de ocio. La basura en la playa o la falta de papel en la fotocopiadora nos irrita por igual. De nada sirve culpar a unos o a otros con distintos argumentos. Vamos a llevarnos bien, no nos acusemos de prohibir el papel para no talar árboles, ni de agotar el agua regando campos de golf. Todos queremos los campos verdes y cuidados y los libros de papel. De forma sostenible para que funcionen siempre, eso es todo.

Las reglas de juego las impone la física. La introducción del discurso si que es diferente, unos ven el arco iris sobre el campo y otros en el cielo. El punto de vista es distinto pero el arco iris se forma desde la difracción de la luz solar en las gotas de agua suspendidas en el aire. Siempre será así con la luz del sol mientras mantengamos limpios el aire y el agua, porque el Sol sale gratis.

Hablemos de grandes empresas, hablemos de globalización sostenible, hablemos de recuperar lo estropeado y de paso que sea un buen negocio. ¿Por qué no aspirar al pleno empleo ya, en Europa?. Aceptemos sin altruismos que todo es negociable, que el arte y la investigación no son fruto de la generosidad del capital. El deporte es un juego y un negocio. Los libros son cultura y negocio. La medicina es salud y negocio. El circo es ilusión y negocio. La arquitectura es arte práctico y negocio. La alimentación es nutrición y es negocio. La investigación es curiosidad y negocio..

Es una tragedia que la tecnología se haya basado históricamente en las guerras. Hasta aquí hemos llegado con sufrimientos pero con experiencia. Poseemos nuevas herramientas, nuevos materiales y conocimientos. Una industria preparada. Un bastísimo mercado con necesidades. Una economía globalizada..... La guerra es destrucción y es negocio a corto plazo. La ecología es vida para ahora y sostenible y negocio a largo plazo. El agua y el Sol son vitales y son negocio (potabilizadoras, desalinizadoras, energías alternativas). Hablemos de negocios. De nuestros negocios.

En este punto las mentes economicistas, siempre buscando nuevos lucros, cuando se van agotando otros, se preguntan, ¿cuánto cuesta, como se vende y como nos pagarán?. Si hablamos de conceptos vitales no sería necesaria la respuesta por obvia. Pero vamos a dejar el altruismo y hablemos de negocios extraordinarios, como descubrir las Américas o la Luna. Hablemos de negocios rentables para todos ahora y para el futuro.

Una idea de negocio para Europa y su pleno empleo. Para empezar vamos a vender agua a quien más la necesita. Un mercado piloto, toda la ribera Mediterránea. Energía, el Sol. Materia prima el agua del mar.

Quien investiga el plan general?. Los Nórdicos que son más serios con la ecología.
Quien desarrolla los equipos generadores?. Los Germanos.
Quien construye las estructuras básicas?. Los Alpinos.
Quien asegura el proyecto?. Los Anglos y Sajones
Quien venderá el producto?. “Los fenicios”.
Así podemos llegar a emplear a toda Europa de norte a sur...

Y el transporte?... Y la instalación?... Y el mantenimiento?... Y el asesoramiento?... (¡Negocio , negocio...!)

Hablemos de dinero...:

Quien paga el agua ¿el pobre necesitado?.
-Claro, esta es la base de los negocios.

Con que lo pagará?.
- Con su trabajo. Siempre ha sido así. (Allí en su casa sin tener que emigrar).

Como lo pagara?
- Con el valor añadido. Se aprecia mas un zumo de naranja, que un vaso de agua, o una sandía mas que una jarra.

Es políticamente rentable?.
-Tanto, que reactiva la industria europea y dinamiza el mercado sur del mediterráneo.

Es sostenible?.
-Tanto, que es un ciclo continuo desalinizar el agua salada.

Quien financia el proyecto?
-Todo aquel que quiera parte del mercado. Fondos europeos. Y comprometiendo al país receptor.

Como se regulariza?.
- Con las normativas vigentes internacionales de mercado.

Cómo se legisla?.
- Creando una ley internacional que distinga el agua producida,
como producto. (Para estar libres de leyes locales arcaicas o interesadas).

Cuales son los límites?.
-Tan simple como no dañar el medio ambiente ni agotarlo.

Quien participa?.
-Financieros, universidades y empresarios grandes y pequeños.

Es rentable desalinizar agua?.
-Si no se tiene si.

Existen desalinizadoras?.
- Si, pero son muy caras como proyectos individuales.

Consumen mucha energía?
- Si. Pagarlo por tarifa eléctrica es mas que un lujo.

Quien pagaría la energía?.
- Gratis de nuestro Sol.

Precisa consumibles?.
- Si. Sus proveedores, los fabricantes patrocinadores.

Porqué no se ha hecho antes?.
- Porque los países ricos tienen agua y los pobres esperan que Dios proveerá.

Es complicado el sistema?.
-Tan fácil como las salinas de lo romanos y el botijo de barro, pero al revés. Sólo que se aplican nuevos conceptos técnicos simples como, bombas y filtros. Y nuevas palabras; ósmosis inversa, cogeneradores de energía etc.

Que se obtiene?.
- Sales minerales, agua pura y calor.

Que se pierde?.
- Nada, salvo materiales de repuesto. Piezas mecánicas, cerámicas y membranas.

Y si no nos pagan la inversión?.
- Pues a fondo perdido, al índice de solidaridad. (.07 % actual).

Y si no pagan la extracción?.
- Se cancelan los contratos de mantenimiento.

Y cuando todos tengamos agua suficiente que?.
– Se habrán desarrollado tanto las energías alternativas que podremos empezar la recuperación de los ríos y la reparación de sus valles. Y desinstalando los embalses improductivos y peligrosos, no son eternos.

Quitemos algunos de los motivos endémicos de las guerras. El hambre y la sed, la desesperación. La inversión necesaria es menor que la de una guerra “inteligente”.Se precisa mucho menos capital que el invertido para llegar a la Luna. Todo queda aquí y con beneficios, (en la luna no hay bancos).

Quien sabe si aportaría la pacificación del Mediterráneo Oriental. O sólo es una excusa para seguir guerreando “inteligentemente?. Europa se ha hecho rica construyéndose no guerreando.
Japón se ha hecho rico construyéndose no guerreando. Si los perdedores se hacen muy pobres se pierde mercado. América se ha hecho rica financiando a pobres perdedores.

Es cínico derivar recursos financieros que en su mayor parte van a parar a paraísos fiscales en las cuentas de sobornados y sobornadores. Y la mínima parte que llega a su fin apenas sirve para seguir con los mismos errores de pan para hoy, hambre para mañana. Gracias a las empresas no gubernamentales que van paliando lo que pueden, salvamos la conciencia.

Es hipocresía que los gobiernos financien a las no gubernamentales. No es un juego de palabras. Es aceptar que no se juega limpio. Es aceptar la policía y la para policía. El ejército y los paramilitares. La democracia y el decreto presidencial. Es absurdo e insoportable.

Es una falacia que la avalancha migratoria tan temida por la sociedad del bien estar, sea inevitable y hasta necesaria para cubrir los puestos que no cubren los autóctonos. Estamos envejeciendo rápidamente y ha disminuido la tasa de nuestra natalidad. Esto es un problema muy grave y lejos de tratar de solucionarlo nos convencemos que es necesario. El índice de natalidad nos indica la salud del medio y vamos muy mal.

¿Acaso los autóctonos no quieren tener hijos y un medio de vida para ellos?. Con inmigrantes mas necesitados no aseguraremos el sistema, antes al contrario aceleraremos la destrucción. Si por desgaste, en un río se hace difícil la vida, con peces más resistentes se llegarán a agotar los últimos recursos. Es el medio lo que hay que mejorar para que la vida prospere y sea posible, aquí y allá. La globalización nos devuelve al punto de partida, mejor o peor, según obremos bien o mal. No es una maldición moralista o esotérica es la realidad, como que el mundo es mundo.

Hemos llegado a estos niveles de prosperidad con errores y aciertos y para que sea sostenible es urgente que afiancemos los aciertos aquí y exportemos las soluciones para los problemas que conocemos perfectamente. Si un trabajo es peligroso y agotador, lo seguirá siendo en cualquier lengua y en cualquier lugar. El hambre y la desesperación salta los muros mas altos. Es ley de vida.

La emigración del sur, los más pobres, no sólo es evitable, si no que es de justicia natural. Si hay posibilidades de vida vamos al sol que mas calienta pero si no es soportable es lógico que quieran escapar. Sabemos mucho porque ya lo hemos padecido antes. La reparación de nuestros errores es posible e imprescindible, para que el sistema no colapse.

Cambiar la cultura de la guerra por la ecología nos interesa a la mayoría y es imparable mas tarde o mas temprano. En cambio las guerras son evitables y muy caras para quien las padece y tienen riesgo para quien las financia. La ecología es negocio rentable; a corto, medio y a largo plazo. Todos ganamos. Los atajos como el soborno y la ineficacia corrompen el sistema rápidamente y lo hacen obsoleto.
Miquel.
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